El sol es la estrella más cercana a nosotros, su radiación puede resultar perjudicial para el organismo, especialmente para la piel. A la tierra solo llega una pequeña cantidad de esta radiación, puesto que las diferentes capas de la atmósfera detienen parte de la radiación solar.

La energía que llega a la Tierra está compuesta por:

  • Infrarrojos (IR): aportan sensación de calor. Responsables también de golpes de calor e insolaciones.
  • Luz visible: modula funciones hormonales, antidepresivo. Favorece el envejecimiento cutáneo.
  • Ultravioletas A (UVA): estimulan la pigmentación. Son muy penetrantes y son responsables del envejecimiento prematuro y algunos cánceres de piel.
  • Ultravioleta B (UVB): favorecen el bronceado y la síntesis de vitamina D, responsables de quemaduras y a largo plazo del envejecimiento cutáneo y algunos cánceres de piel.

Nuestra piel en contacto con la luz del sol actúa protegiéndose de forma natural de las radiaciones, produce la multiplicación de melanocitos y queratinocitos que producen un pigmento llamado melanina y aumentan el espesor de la epidermis respectivamente.

Sin embargo, no resulta una protección suficiente para prevenir los efectos nocivos del sol, estando mejor protegidos las personas de mayor fototipo por su alta contenido en melanina. Descubre tu fototipo:

fototipo

Para escoger el fotoprotector más adecuado para la piel hay que tener en cuenta principalmente dos factores: el tipo de piel (fototipo) y las condiciones de exposición solar.

Factores de protección solar existentes (FPS):

6-10 baja, 15-20-25 media, 30-50 alta, 50+ muy alta

Algunas curiosidades:

  • En caso de pieles intolerantes, como son las pieles alérgicas, atópicas o pieles de bebés, es aconsejable la utilización de protectores solares sin filtros químicos y sin perfume, con un FPS 50+.
  • Los UVB disminuyen las defensas inmunitarias, lo que explica la aparición de brotes de herpes.
  • Un cielo nublado deja pasar los rayos UVA y UVB del sol, únicamente bloquea los rayos IR, por eso no sentimos sensación de calor pero podemos llegar a quemarnos.
  • La luz visible y los rayos ultravioletas pueden alcanzar la piel humana también indirectamente, al reflejarse sobre la superficie que la rodea (agua 20%, hierba 10%, nieve 85%, arena 15 a 25%).
  • Las personas con piel oscura (más rica en melanina) están mejor protegidas contra los efectos negativos del sol.
  • La piel conserva memoria de todas las radiaciones recibidas durante la infancia.

Nuestros consejos:

  • Usar el fotoprotector incluso en días nublados.
  • Procurar no dormirse al sol.
  • No utilizar colonias en la exposición al sol.
  • Consulta a tu farmacéutico en caso de que tenga prescrito un nuevo tratamiento ya que algunos medicamentos producen fotosensibilidad cuando nos exponemos al sol.
  • Vigilar los cambios de tamaño, color, forma o relieve de pecas y lunares. Consultar con el dermatólogo en este caso sin alarmarse.
  • Aplicar el protector media hora antes de la exposición solar y renovar como mínimo cada dos horas la aplicación, sobre todo después del baño.
  • Protéjase con gafas de sol con cristales homologados capaces del filtrar los rayos UVA y UVB.

En la farmacia te informaremos sobre los distintos tipos de texturas y formatos, seleccionando el factor más adecuado para tu piel.

No dudes proteger tu piel frente al sol. Tu piel te lo agradecerá.